Empecé mi carrera profesional en la Informática por me gustar la matemática y tener por objetivo independencia financiera. Alimenté mi alma y mi lado artístico con el Teatro. En la maternidad, fascinada por los vínculos y comportamientos humanos, hice una transición de carrera para la Psicología.
Hoy, percibo que mi manera de ser y estar en el mundo, en cualquier que sea el universo, es guiada por el encanto que tengo en observar, reflexionar, imaginar, intuir, crear, escuchar, ponerme en el lugar del otro, acompañar, intercambiar y poder contribuir para un mundo mejor.
Cuando programaba o analizaba sistemas, mi objetivo era encontrar soluciones para facilitar la jornada de personas y organizaciones. Como actriz, buscaba captar el alma del personaje para contar una historia con propiedad y tocar a las personas. En psicología, ofrezco la construcción de nuevas perspectivas a través del proceso de autoconocimiento, aumentando el amor propio y la capacidad de lidiar con los desafíos de la vida de una manera más saludable y amorosa.
Por comprender que todos somos de la misma especie y, al mismo tiempo, únicos, me dedico profundamente a las herramientas con las que trabajo. Llevo en mi bagaje una variedad de ofertas venidas de diversas formaciones. Sin embargo, algunas se sobresalen al corazón por comprendieren el ser humano holísticamente y en sus relaciones. Son ellas: el Psicodrama, la terapia EMDR, el Coaching Ontológico y la Comunicación No Violenta. La escrita, la expresión corporal, el canto, el yoga, la meditación y el contacto con otras culturas enriquecen constantemente mi práctica personal y profesional.
Dentro de mi mirada cargo muchas, lo que me hizo publicar un libro de cuentos, poemas y reflexiones, “30 Miradas”.